Gobiernos de transición

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Humberto Vacaflor Ganam

1 de febrero 2019

Hay formas y formas para la reconstrucción de los países cuando han sido sometidos a dictaduras y autocracias.

Quizá la forma más cínica la aplicaron los jerarcas soviéticos cuando optaron por privatizarlo todo, entre ellos, y luego anunciar que el comunismo había muerto. Requiescat in pace.

Los chinos aplican una extraña alquimia política, una sorprendente “cohabitación” que consiste en una convivencia de la monarquía de los jerarcas del partido con un régimen comunista miserable para el resto de los chinitos, sólo unos 1.300 millones.

No son originales los chinos. Este método fue aplicado en Cuba por Fidel Castro, donde hay una oligarquía conformada por los jerarcas del partido a cargo de la industria del turismo, la única que sobrevivió al comunismo, mientras el resto de los cubanos viven como los chinitos. Del negocio de la droga, hablaremos en una nueva entrega.

¿Pero qué pasa cuando estos regímenes son despedidos por la gente, como está ocurriendo en Venezuela, donde la resistencia interna, reforzada por la solidaridad de las democracias del mundo, está a punto de despedir al chavismo?

Allí, la Asamblea Nacional, esa que fue desconocida por el dictador Nicolás Maduro, optó por designar a Juan Guaidó como presidente interino mientras se realizan elecciones verdaderas y llega el nuevo gobierno. Será difícil manejar la situación, con un ejército, dos policías y una fuerza irregular pero asalariada de dos millones de milicianos.

Cuando se acabe el oro que Maduro está enviando al exterior para tener algún dinero, militares, paramilitares y milicianos seguirán esperando sus sueldos. Ese quizá sea el momento del derrumbe. Por ahora, Maduro tiene dinero para pagar los sueldos de enero.

Los ingresos de la droga son manejados por Diosdado Cabello, conocido como el jefe del Cártel de los Soles, y no los comparte. Forma parte del gran corredor sur-norte de la cocaína que comienza en el Chapare boliviano, se alimenta de afluentes colombianos, pasa por Venezuela, llega a Cuba y de allí salta a Estados Unidos.

En Bolivia habrá que pensar cómo se resuelva la situación cuando el MAS haya dejado el poder, lo que podría ocurrir en 2020, a juzgar por la tendencias detectadas por las encuestas e incluso por las “primarias” en que los masistas le dijeron no al binomio vetado. En 2020 habrá que reconstruir el país, casi como en 1825. El caso venezolano nos tiene que inspirar.

Vacaflor.obolog.com

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