EL CHE, UN GERRILLERO CHAMBÓN

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Humberto Vacaflor Ganam

Visito Camiri con menor frecuencia de la que quisiera. Ahora estuve allí después de 56 años.

La primera vez, en 1967, debía informar de la guerrilla del Che Guevara y ahora pude comprobar que el “guerrillero heroico” se equivocó en todo.

Esta vez, en el largo viaje por tierra desde Santa Cruz, con Gary Prado como conductor, a 100 km por hora, pasábamos por caseríos de tres casas cada 20 minutos. Hace 56 años quizá eran caseríos de una casa, si hubiera habido una.

Y allí quiso hacer una guerrilla el Che, que había escrito un manual del buen guerrillero, manual que no tuvo en cuenta ni en su aventura en Congo ni en la de Bolivia.

Juan Carlos Salazar, que estaba volviendo también desde 1967 a Camiri, contó que Gamal Abdel Nasser, presidente de Egipto, recibió al Che, que iba al Congo, y después de escucharlo le dijo: “O sea que usted quiere ser un Tarzán blanco decidido a salvar a los negritos africanos”.

Después de su fracaso en Congo, el Che vino a Bolivia. Otro error, porque hubiera querido hacer una guerrilla en Argentina, un poco más al sur.

El 23 de marzo de 1967 se produce la primera emboscada de la guerrilla recién llegada, una emboscada hecha por error. Luego, el batallón guerrillero se divide en dos grupos que nunca más van a encontrarse.

El Che había escrito un manual sobre cómo hacer una guerrilla y, ciertamente, él mismo no lo siguió ni en Congo ni en Bolivia, como recordó Gary Prado en Camiri al repasar los apuntes de su padre, el general Gary Prado Salmón.

En 1953, cuando se dictaba la reforma agraria, la primera de Sudamérica, un joven motociclista argentino pasó por Bolivia: se llamaba Ernesto Guevara. Pero en 1967 lo había olvidado cuando proponía luchar por la propiedad de la tierra a los habitantes del páramo chaqueño, todos dueños de sus tierras.

En su diario, este guerrillero se decía decepcionado porque ningún boliviano se había incorporado a la lucha.

Los mineros, en el extremo oeste del país, no querían incorporarse a la guerrilla, pero ofrecieron donar un jornal para ayudarla, antes de lo que se llamó la masacre de San Juan.

56 años después, Camiri ya no tiene 5.000 habitantes, sino 50.000. Es una ciudad universitaria a orillas del Parapetí.

En la ceremonia de homenaje a los 59 soldados bolivianos que murieron al enfrentar a aquella malhadada guerrilla dije, emulando a Juan Rulfo: “Vine a Camiri porque me dijeron que aquí estuvo trabajando hace 56 años un joven de 24 años que se llamaba como yo y que debía informar de una guerrilla que luego se haría famosa, aunque estaba dirigida por un guerrillero chambón.

Siglo21boivia.com

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